Música y ruido

El ruido es una mezcla de sonidos de frecuencias muy dispares y sin orden determinado. Debido a ello el cerebro, al escucharlo, no le encuentra sentido y por ello también es muy molesto escucharlo.

Por el contrario la música presenta sonidos con orden y concierto. Las frecuencias de las notas que en conjunto resulta grato, corresponden a proporciones matemáticas específicas. Por ejemplo, la frecuencia del “do” central equivale exactamente a cuarto quintas partes de la del “mi” de esa misma octava: y que juntas, ambas notas, forman un acorde armonioso.

 Al escuchar una sucesión de notas cuyas alturas son similares, la mente tiende a considerarlas como una serie congruente, aunque a la par se escuchen otros sonidos como, por ejemplo, el batir de los tambores, la armonía de los instrumentos de cuerda o la variedad tímbrica de los de viento; por eso se logra reconocer una melodía dentro de un conjunto orquestal.

 Es decir: el ruido es un conjunto de sonidos desordenados, sin ton ni son. Es desagradable al oído y el cerebro no le encuentra sentido. La música, por el contrario, es un conjunto de sonidos ordenados, de proporciones matemáticas, agradable al oído y el cerebro le encuentra sentido y lo disfruta.

Aquí te dejo una serie de artículos y reportajes que pueden acerte reflexionar acerca del consumo que hacemos de la música, en qué condiciones y con qué peligros.

 

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